Hoy 10 de mayo, es el día elegido por la FEDERACIÓN POR EL PATRIMONIO DE CASTILLA Y LEÓN, a la cual pertenece nuestra Asociación, para declarar el DÍA REGIONAL DEL PATRIMONIO.
Este es un buen día, para recordar lo que tenemos y el camino que nos queda para alcanzar nuestro objetivo, que no es otro que recuperar, para disfrutar de nuestro Patrimonio Cultural. En nuestro caso, la cercana y querida “ Cartuja de Aniago”
Apoyamos el manifiesto de la Federación y os invitamos a leerlo, a la vez que desde nuestras posibilidades celebremos dicho día de del Patrimonio.
Brindamos para que en la próxima edición, tengamos muchos motivos de celebración, tanto a nivel general, como en lo que concierne a La Cartuja de Aniago, ¡NUESTRA CARTUJA!
El 21 de abril por la mañana los niños y niñas del colegio han estado totalmente implicados y atentos al taller que desde la Asociación se les ha ofrecido con la intención de que todas las nuevas generaciones del municipio conozcan el patrimonio y el legado que tenemos en el municipio para que sean ellos mismos los que en un futuro luchen por su defensa.
De la mano de Ruth, una mágnifica divulgadora que ha sabido llegar a todos los alumnos con sus historias, interpretación y conocimientos, los niños y niñas han descubierto mucho más sobre La Cartuja de Aniago, los Cartujos, la historia y la evolución de la única Cartuja de la provincia.
Este viernes 21 de abril en el Colegio San Antonio de Villanueva de Duero organizamos un taller didactico dedicado a todos los alumnos del centro, donde a través del Calabacin Errante y de la figura de Elvira, una escultora que ha trabajado en el taller de Juan de Juni y que va a realizar un retablo en La Cartuja, les dará a conocer como surgieron las Cartujas, quienes viven allí y cómo viven. Les introducirá en la historia de la Cartuja, su relevancia desde sus orígenes, lugar que fue visitado por reyes y emperadores, que es la única construcción de esta orden religiosa de la provincia de Valladolid y los niños y niñas la ayudaran a preparar elementos e imágenes para el retablo.
Una actividad que persigue dar a conocer este importante patrimonio a los más jóvenes del municipio para que lo conozcan y entiendan el valor que ha tenido y sigue teniendo dentro de la historia de su propio pueblo.
Hoy por la mañana la Asociación ha participado en Medina del Campo en la reunión convocada por la Federación por el Patrimonio de Castilla y León cuyo fin es establecer una conexión y relación con asociaciones de nuestra Comunidad que se mueven en torno al patrimonio, su conservación, su defensa y su divulgación.
Aquí dejamos la nota de prensa de la reunión:
COMUNICADO DE PRENSA
EL PATRIMONIO DE CASTILLA Y LEÓN MOVILIZA A LA SOCIEDAD CIVIL.
Más de 50 asociaciones y colectivos de la Comunidad Autónoma comparten su preocupación en torno a la reactivación de asociaciones y colectivos en defensa de nuestro patrimonio.
Medina del Campo acoge una reunión de trabajo organizada por la Federación por el Patrimonio de Castilla y León.
Medina del Campo, 15 de abril de 2023. – Castilla y León es la Comunidad Autónoma más rica en Patrimonio de España y la primera en el mundo en bienes declarados Patrimonio de la Humanidad. Conscientes de la necesidad de impulsar su recuperación y gestión para fortalecer los procesos de desarrollo de nuestros entornos locales y convencidos de la necesidad de colaborar entre asociaciones, colectivos y voluntariado en general que defiende la importancia del Patrimonio en Castilla y León, desde la Federación por el Patrimonio se abrió un periodo de reflexión durante el año 2022 al respecto de estos temas.
Por este motivo y desde el pasado mes de noviembre, se ha creado un grupo de trabajo abierto para que las asociaciones y colectivos relacionados con la defensa del Patrimonio de Castilla y León acuerden una hoja de ruta que marque nuestros retos y posibles puntos de encuentro a la hora de establecer una estrategia común de participación ciudadana en torno al Patrimonio.
De esta forma, en la mañana del sábado 15 de abril, el Hotel Villa de Ferias de la localidad vallisoletana de Medina del Campo, acogió una primera reunión presencial donde se han establecido las bases de una estrategia compartida para fortalecer el movimiento asociativo en torno al patrimonio en ciudades, pueblos y provincias de Castilla y León. Se concreta así el trabajo previo que durante los últimos meses se había venido realizando vía telemática.
En este proceso, se ha puesto de manifiesto que una de las preocupaciones dominantes en las asociaciones es la necesidad de establecer cauces eficaces de interlocución con las administraciones públicas y los propietarios de los bienes patrimoniales. El reto fundamental es abrir el camino a una efectiva participación de la sociedad civil en la defensa, difusión y gestión del patrimonio. En los próximos meses se ha establecido una hoja de ruta común. En ella se concretan estrategias de actuación en torno a:
Un plan de comunicación.
Impulso de la participación juvenil.
Agenda común de actividades.
Interacción con la iniciativa privada.
Captación de recursos.
Observatorio del patrimonio (“servicio de alertas”).
La próxima actividad de la Federación tendrá lugar el próximo 10 de mayo con motivo del Día Regional del Patrimonio, con la publicación de un manifiesto para estimular la participación ciudadana en la defensa del patrimonio de Castilla y León, nuestra herencia cultural.
Cuento apócrifo breve de la Cartuja de Aniago (I).
Aquella tarde fría y desangelada de Navidad, cuando vio caer los primeros copos fray Juan se apresuró a regresar a la soledad de Aniago. La zozobra le invadía recordando todo lo que había escuchado esa mañana en Aldeanueva, y perturbaba su interior con un bullir de emociones. Confusión, ruido y noticias alarmantes a las que para nada estaba acostumbrado.
Antes de recluirse en el silencio de su celda, entró en la capilla y se encaró ante el desvalido Niño Jesús que presidía la tabla del Nacimiento en el retablo mayor.
– ¿Y tú vas a permitir que pase todo esto?
Y en su interior pudo escuchar nítidamente:
-No, ya he actuado: para eso te he creado a ti.
Ϫ Ϫ Ϫ Ϫ Ϫ
Queridos socios:
Con mis mejores deseos de una Feliz Navidad, y con la ilusión de continuar con nuestras actividades el próximo Año 2023 encaminadas a mantener la memoria y el patrimonio de la Cartuja de Aniago.
Recibid un afectuoso saludo,
Carlos Belloso Martín
Presidente de la Asociación Cultural Amigos de la Cartuja de Aniago.
Ya se ha dado el pistoletazo de salida públicamente. El acto de presentación de la Asociación por parte del presidente, la conferencia a cargo de D. Jesús Urrea quien nos habló del pasado de la Cartuja, su evolución y nos describió el importante patrimonio que aún conserva.
Se presentó el logo ganador del concurso que representará a la Asociación y se dió el premio a su autor Javier Serrano Pérez.
Todo ello con la participación de la Coral Voces de Villanueva que colaboró en el acto.
Agradecer la colaboración de las empresas del municipio que han colaborado en la creación de la cesta para el ganador del concurso y al jurado que ha tenido la difícil labor de decidir entre los logos presentados.
Un largo camino nos espera en el que esperamos se vayan sumando más y más socios.
Bases del Concurso de Diseño del logo de la Asociación cultural Amigos de la Cartuja de Aniago
Objeto:
El concurso tiene como objetivo el diseño de un logotipo destinado a ser la imagen representativa de la Asociación Cultural Amigos de la Cartuja de Aniago en todos los soportes
Participantes: La participación es libre, estando abierto a todas las personas interesadas y no habiendo un número tope de propuestas de logotipos
El logotipo deberá reflejar la imagen de la Asociación, considerando el espacio y patrimonio al que representa
La técnica será libre, teniendo en cuenta que el logotipo habrá de ser reproducido posteriormente en distintos tamaños, soportes y materiales. Deberá tenerse en cuenta que el diseño garantizará siempre su correcta visibilidad
Todos los diseños presentados serán originales e inéditos, por lo que los participantes se responsabilizaran totalmente de ser los únicos autores, de que no existen derechos de terceros así como de toda reclamación por derechos de imagen sobre los diseños presentados al concurso
Las propuestas deberán enviarse por correo electrónico a la siguiente dirección: amigosdelacartujadeaniago@gmail.com
En el correo electrónico se incluirán como documentos adjuntos:
El diseño del logotipo en un archivo en los siguientes formatos: pdf, jpg y png, con una resolución mínima de 300*300 pixeles
Las propuestas que no cumplan con estos requisitos no serán tenidas en cuenta, declarándolas fuera del concurso
Plazo de admisión de las obras hasta las 14,00 horas del día 15 de abril de 2022.
Premio: De entre todos los diseños presentados y admitidos el jurado elegirá uno, que será el ganador del premio.
El diseño ganador recibirá una obra inédita del ceramista Daniel Serna y una cesta con productos de la zona
El Jurado estará formado por el arquitecto municipal, tres personas del ámbito cultural del municipio de Villanueva de Duero y un miembro de la Asociación.
Propiedad intelectual. El logotipo premiado quedará en propiedad exclusiva y permanente de la Asociación Cultural Amigos de la Cartuja de Aniago que tendrá completa libertad para utilizarlo total o parcialmente o para modificarlo en el momento y la forma que lo considere necesario
El simple hecho de participar en este concurso implica el conocimiento y aceptación de estas bases
El fallo del concurso se hará público el día 22 de abril de 2022 en el acto de presentación de la Asociación en la Casa de Cultura El Corralón
Antes de que llegaran los monjes cartujos, el lugar de Aniago había pasado por una serie de asentamientos religiosos que, por razones desconocidas, no llegaron a prosperar. Los reyes, especialmente las reinas, mostraron siempre un gran interés por fundar un monasterio en el sitio, ya fuera de una orden o de otra, según los tiempos. La primera noticia que se tiene es una donación que hizo del lugar la reina Urraca de Castilla (reina 1109–1126) a los monjes de santo Domingo de Silos, donación confirmada después por su hijo Alfonso VII en 1135. Este rey ayudó bastante a los monjes de Silos y mandó acotar para su explotación el tramo del río Duero que iba desde la desembocadura del río Pisuerga a la desembocadura del río Adaja. Para el buen aprovechamiento de estas aguas se construyó una pesquera entre el lugar llamado Torrepesquera —en Villamarciel— y Otea —Villanueva de Duero—.
Los monjes de Silos debieron edificar allí unas casas modestas pero nunca echaron muchas raíces. De hecho se habla en los documentos que el abad de Silos había arrendado la casa en 1288 a Ruy Martínez, capiscol de Toledo y en 1306 lo vuelven a arrendar durante quince años por la cantidad de 400 mrs. Pero ni el arriendo ni el lugar interesaron mucho al abad de Silos, por eso estos monjes hicieron un trueque con el caballero Fernán Sánchez cambiando Aniago por la heredad de Nebleda, en el año 1345. Duró pocos años en sus manos pues Fernán Sánchez lo vendió a su vez a la ciudad de Valladolid en 1362, que lo mantuvo hasta 1365, fecha en que hubo otra venta, esta vez a la reina Juana Manuel, esposa de Enrique II. También la reina lo enajenó con la intención de que se crease allí un monasterio de monjes jerónimos. Lo donó en 1376 a fray Pedro Fernández que por entonces era prior del monasterio jerónimo de la Sisla, cerca de Toledo. Al hacer la donación se ocupó de completarla con otras dádivas y privilegios como fueron las casas de los baños que se encontraban junto al convento de las clarisas de Tordesillas.Tampoco los jerónimos encontraron de su agrado el enclave y a principios del siglo XV ya lo habían abandonado, volviendo el lugar y las pocas edificaciones que había a manos de la ciudad de Valladolid.
El Ayuntamiento recibió una orden del rey el 26 de enero de 1409 obligándole a vender el «lugar y jurisdicción de Aniago con todos los pastos por 2000 maravedíes de juro de heredad perpetua» al obispo de SegoviaJuan Vázquez de Cepeda, consumándose la venta en el mes de febrero. El deseo del rey era que el obispo instituyese allí un hospital u hospedería para capellanes mozárabes con un oratorio para celebrar el rito mozárabe que hasta la fecha solo se celebraba en la capilla mozárabe de la catedral de Toledo. En el documento de venta se establecían dos condiciones: que se revirtiese dicha compra cuando dejara de existir la institución o cuando se enajenara el convento.
Juan Váquez de Zepeda, obispo de Segovia del Consejo de Enrique III y maestro de Juan II compró a la ciudad de Valladolid el sitio y jurisdicción de Aniago, con ánimo de fundar un Colegio de Clérigos Regulares, donde se habría de celebrar el oficio gótico o mozárabe, reformado por San Isidoro en virtud del acuerdo del concilio IV de Toledo.
Diego de Colmenares, en Historia de Segovia
El 8 de febrero de 1413 el papa Benedicto XIII extendió una bula confirmando el derecho del obispo para tal fundación. Por su parte el obispo hizo grandes regalos al lugar y a la institución, empezando por las «necesarias» reliquias, imprescindibles siempre no solo para la consagración del altar mayor sino para atraer visitas y peregrinaciones; incluso se llegó a instituir una romería anual que llegó a ser famosa en el entorno.9 Durante el mandato del obispo comenzaron las obras de la iglesia y del claustro, que se modificarían con la llegada de los cartujos que lo acomodaron todo a su estilo de vida.
La institución duró menos de treinta años. Un año antes de su muerte, en 1437, el obispo otorgó testamento nombrando patrona a la reina María de Aragón, esposa de Juan II, y en codicilo del año siguiente le dio facultad para fundar libremente un monasterio.
Historia de la cartuja
En 1441 la reina María de Aragón tomó la decisión de donar su herencia de Aniago a la orden cartuja y un año después el papa Eugenio IV confirmó la donación. La reina pidió que se fundara con veinticuatro monjes; los dos primeros llegaron desde el monasterio del Paular y se encargaron de la puesta en marcha de la cartuja. En un albalá o Real cédula, Juan II otorgó a los monjes el derecho a incluir en sus obras y reposteros las armas reales y la gracia especial de que «las acémilas de los monjes puedan llevar sonajas como las acémilas del mismo rey».
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Tal y como era costumbre entre los cartujos el complejo monástico fue una construcción humilde que vista desde fuera se parecía más a una casa de labor que a un monasterio. En la época del barroco se construyó la espadaña que ofrecía una nota totalmente diferente. En el siglo XVIII se añadieron las yeserías como decoración en la iglesia y en la sala capitular. Todos los edificios monacales y las viviendas de los colonos estaban rodeados por una tapia de mampostería y tapial que ha llegado casi intacta hasta el siglo XXI.
La vida de la cartuja de Aniago se fue desarrollando a través de los siglos con los trabajos, rezos, intrigas, conveniencias, avenencias y desavenencias propias de cualquier comunidad de monjes. Cuando acabó el conflicto bélico con los franceses, los cartujos regresaron al monasterio hasta que en 1820 tuvieron que abandonarlo de nuevo por «decreto de desamortización» del Trienio Liberal. A los tres años regresaron de nuevo pero su estancia duró tan solo hasta 1835 pues, a raíz de la desamortización de Mendizábal, la exclaustración fue definitiva y sus bienes fueron subastados. El monasterio cartujo dejó de existir como tal en 1836. El patrimonio artístico se vendió o se repartió entre distintas instituciones, los edificios fueron abandonados a las inclemencias del tiempo y al pillaje. En el año 2015 sólo quedan ruinas que se van desmoronando día a día.
Tropas de Napoleón en Aniago. Inventario
En enero de 1808 llegó a Valladolid con su tropa el general Dupont del ejército de Napoleón. A partir de ese momento los monasterios masculinos sufrieron toda clase de atentados. El monasterio de Aniago no fue una excepción. Los monjes recibieron la orden de que pusieran a disposición del ejército noventa camas para alojar a los soldados, más cebada y paja para los caballos y harina, chocolate, pan, aceite y vino para los hombres. En agosto de 1808 fue la exclaustración con el mandato de que cada hombre regresara a su lugar de origen con una pensión compensatoria. Una vez abandonado, el monasterio sirvió de cuartel.
En 1810 el general Kellermann estaba en Valladolid donde proclamó algunos edictos. En uno de ellos se hizo saber a los ciudadanos que tenían dispuesta una escuela en la antigua hospedería del monasterio de Aniago donde se enseñaría Gramática, a leer, a escribir y a contar; que se enseñaría a los pobres gratuitamente, proporcionándoles libros, papel, pluma y tinta. Comenzarían las clases el 2 de enero de 1811. Se pagaría a los maestros con los fondos de los productos de bienes nacionales. La cartuja se transformó en la «Garnison d’Aniago» que acogió sucesivamente en sus muros al 1.er Batallón del 3.er Regimiento de Suiza, al 3.er Batallón del 3.er Regimiento, al 22.º Regimiento y a algunas unidades del ejército de Portugal.
En septiembre de 1809 el gobierno francés requirió a las autoridades españolas la elaboración de los inventarios de las obras de arte que se encontraban en los distintos monasterios. Para hacer ese trabajo se reunieron varias autoridades civiles y eclesiásticas de organismos oficiales, entre los que estaba la recién creada Colecturía General de Conventos. Poco después se hizo cargo de este trabajo la Dirección General de Bienes Nacionales. En teoría los bienes muebles confiscados e inventariados —las obras de arte— irían a parar al Museo Josefino de Madrid, al Museo Napoleón de París y a la subasta para conseguir liquidez monetaria. Los objetos litúrgicos que no fueran de metales preciosos se repartirían entre diversas parroquias necesitadas. El canónigo José Berdonces —bibliotecario de la Universidad y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción y de la Sociedad de Amigos del País— se hizo cargo de los inventarios de obras de arte y platería. El inventario de Aniago fue especialmente detallado. En él constan todos los objetos de metal y obras de arte que tenía la cartuja en aquel momento. La plata fue recopilada por las autoridades francesas, fundida y convertida en moneda o bien enviada a Francia para otras necesidades. Las autoridades españolas pusieron a buen recaudo ciertas obras de arte que llegaron de esta forma a ser parte del patrimonio disperso.