
Se encuentra situado en la confluencia de los ríos Duero y Adaja, a unos 15 Km. al sur de la ciudad de Valladolid.
El topónimo “Aniago”, de origen incierto, dio nombre al monasterio, y antes también a los otros establecimientos que allí se establecieron.
El primer documento referente a Aniago es el de la donación de este lugar que hizó Alfonso VII el Emperador al monasterio de Santo Domingo de Silos (benedictinos) en 1135. Sin embargo, Juan Ortega Rubio indica que ya la reina doña Urraca de Castilla (1109-26) había hecho donación de Aniago a Silos, y Alfonso VII no hizo sino que confirmarlo en 1135. Los monjes de Silos mantuvieron el lugar más de dos siglos hasta 1345 cuando permutaron en un trueque Aniago por Nebreda al notario de Valladolid Fernán Sánchez
Fernán Sánchez vendió el lugar de Aniago al Concejo de Valladolid no mucho después de haberlo comprado y a su vez fue vendido a la reina doña Juana, esposa de Enrique II en 1375.
La reina Dª Juana adquirió el lugar para fundar un monasterio de la Orden de los Jerónimos, fundación que duraría hasta el año 1382
Referencias históricas desde 1135 a 1835:
- Alfonso VII lo dona al Monasterio de Santo Domingo de Silos 1135 a 1345)
- 1345. Los monjes de Silos permutaron en trueque el monasterio de Silos por Nebreda al notario de Valladolid Fernán Sánchez, el cual pocos años más tarde lo vendió al Concejo de Valladolid
- 1375. Compro el lugar la reina Dª Juana al Concejo de Valladolid
- 1375 -1382. Jerónimos
- 1382. Los Jerónimos venden Aniago al concejo de Valladolid.
- 1409. El concejo de Valladolid, vende el sitio de Aniago al Obispo de Segovia Juan Vázquez de Cepeda, quien deseo fundar en el lugar un hospital para nobles y para pobres, al mismo tiempo que un monasterio de Canónigos regulares de San Agustín con la finalidad de restaurar el rito mozárabe que había sido eliminado por el Rey Alfonso VI.
- 1436. Juan Vázquez de Cepeda testa a favor de la Reina María de Aragón dejándola como testamentaria de sus bienes. La Reina llamó a los Dominicos para que se hicieran cargo del sitio. Esta ocupación duró escasamente dos años pues el lugar no reunía las condiciones que los dominicos exigían. Tras el abandono de los Dominicos, la Reina donó el monasterio a los Cartujos.
- Albergó la vida cartujana entre los años 1441 y 1835, es decir durante casi cuatro siglos. Nació como la tercera fundación de la Orden de San Bruno en la Corona de Castilla y en las mismas fechas en las que surgió también la Cartuja de Miraflores en Burgos.
Durante todos estos años La Cartuja ha recibido numerosas visitas reales:
- Doña María de Aragón que estuvo en varias ocasiones
- Enrique IV.
- Los Reyes Católicos
- Carlos V
- Felipe II
- Felipe III
- Doña Margarita de Austria
A finales del siglo XIX, Ortega Rubio lo consideraba “uno de los sitios más bellos de Castilla”, expresión que repite García Chico, quien añade que se encuentra “en terreno llano y fértil, rodeado de pinares. Escenario elegido con singular acierto, silencio para las horas de meditación y bellas perspectivas para las horas de recreo.”
Los edificios de la cartuja que se pueden ver actualmente son básicamente de finales del siglo XV, aunque muestran bastantes retoques posteriores, en especial del siglo XVIII, e incluso algunos de principios del XIX.